Ya no es noticia. Salir a divertirse por las noches no es cosa sólo de jóvenes bullangueros. Muchas personas mayores de 65 años de edad se animan a realizar actividades nocturnas y no sólo los fines de semana. En efecto, muchos jubilados con sus parejas se van de noche al bingo, a disfrutar con una buena obra de teatro, a escuchar un concierto, a ver un espectáculo de ballet, a bailar a discotecas especialmente habilitadas para la tercera edad para mover el esqueleto al son de bailes de salón, a gozar de una buena cena regada de algún buen vino o cava, todo, menos quedarse en casita. Su lema es “renovarse o morir” o, mejor aún, llevan a la práctica el “carpe diem” de los latinos, esto es, aprovechar cada momento, cada instante, para disfrutar de la vida. Porque si algo tienen claro estas personas de edad avanzada es que vida no hay más que una.

Los jubilados y pensionistas españoles aprovechan la noche para divertirse y sentirse jóvenes. Buscan abiertamente pasarlo bien. disfrutar a tope. Estas personas mayores, estos jubilados, demuestran al mundo circundante que “están vivitos y coleando”. Y según nos cuentan los médicos geriatras y los gerontólogos esta actitud y estos deseos de diversiones verpertinas o nocturnas son signos fehacientes de buena salud y de calidad de vida.