“Mi madre, que tiene Alzheimer hace unos años ya; tiene la idea de que la chica que la cuida durante el día le roba el dinero del monedero”

Este es un testimonio muy normal durante la fase moderada de la enfermedad de demencia (tipo Alzheimer, vascular….). Y resulta que es un problema de convivencia importante. Las ideas de robo, son alucinaciones que la persona enferma cree a ciencia cierta que son verdad.

Como ya hemos comentado muchas veces, no debemos discutir, se han de buscar estrategias que nos ayuden a cambiar el foco de atención, y/o ayudarnos de pequeñas trampas para corregir en la medida de lo posible la idea obsesiva.

No vamos a negar tampoco que han ocurrido casos en los que los cuidadores (ya sean profesionales o familiares) han robado de verdad. Ocurre en las residencias y centros sociosanitarios y en las casas. Pero si estamos seguros que esto no es así (que pasa en la mayoría de los casos con personas con demencia), debemos abordar el problema desde varios ángulos.
El primero de ellos es que a estas alturas de la enfermedad la persona con Alzheimer, ya no debería estar manejando dinero de verdad, y me explico. Los hombres habitualmente cuando se visten por la mañana, cogen su cartera y la guardan en el bolsillo, y no debemos cambiar su costumbre, a ellos igual que nos pasaría a nosotros mismos queremos seguir teniendo libertad de comprar, al final de sentirte pleno.

Estrategias:

Pero el dinero podemos sustituirlo por dinero falso que se puede comprar en los estancos. Se trata de monedas y billetes que son falsos pero su aspecto y peso es exactamente igual. Además contamos con la ventaja de que nuestro querido padre siempre va a comprar el periódico al mismo sitio; pues bien, yo le dejo pagar con su dinero, y después al quiosquero le pago sin que mi padre se dé cuenta.

Esta es una muy buena manera de no discutir, mantener su libertad y al final que estén contentos y nosotros también.

De esta misma forma, cuando mi madre va a hacer la compra con la cuidadora, la cuidadora dejará pagar a la madre y a posteriori le daremos el dinero al tendero. Todo esto por supuesto previa charla con los dependientes.
Aunque parece engorroso una vez has articulado el mecanismo es sencillísimo, y nos va producir una felicidad inmediata. Jamás sientas culpa por el “engaño” que hacemos a las madres y padres; es bueno y parte de la estimulación cognitiva, que por ejemplo cuenten el dinero que tienen en la cartera todos los días y lo apunten en un papel. Así llegamos a una de las estrategias para evitar la idea de robo.

Otra estrategia sería la de tener un segundo monedero, incluso un tercero. Me explico: las personas con demencia enseguida llegan a la conclusión del robo porque directamente no encuentran su cartera (se han olvidado donde la dejaron), si además de tener dinero falso, tengo preparadas varias carteras, cuando pierda una (que ya encontraremos por casa o la cuidadora o ustedes mismos), puedo decirle a mi madre: “pero ¿no has dejado la cartera en el mueble de la entrada?” y… sorpresa, sorpresa, tu madre llega a la entrada y se encuentra su cartera.

Todo esto son algunas ideas para ayudaros, pero seguro que vosotros se os ocurren más ya que conocéis perfectamente los pasos que da vuestro familiar a lo largo del día.

No quiero despedirme sin reiterar la importancia de NO discutir, lo hablamos siempre, y aunque la paciencia no es infinita, si actuamos de manera calmada llevamos siempre las de ganar. Y ganar tiempo focalizando la atención en otra actividad, como puede ser la de ver fotos antiguas, fregar los platos o cocinar unas galletas. Es otro tipo de terapia cognitiva, toda actividad lleva implícito un esfuerzo mental, así hagáis lo que hagáis será bueno.
Como siempre os animo a plantearme vuestros retos diarios, dejad un comentario!