Seguimos clasificando un poco las demencias, y ahora toca hablar de las demencias vasculares. Por el gusto e clasificar se ha encontrado que hay demencias que son causa de eventos cardiovasculares, es decir la causa de este tipo de demencia es la falta de riego de manera reiterada en alguna o varias partes del cerebro. El clásico ejemplo es la persona que llega a urgencias con un ICTUS (isquemia cerebral transitoria) y tras varias pruebas (TAC) el médico le comenta a la familia que si no le habían notado antes otros pequeño ataques, que se hubiera quedado con la boca torcida; la familia responde que no, y ahí es dónde el médico explica que la persona en cuestión ha sufrido muchos microinfartos en el cerebro (incluso le enseña la imagen en el ordenador) y que este que le ha dado la ha dejado con una demencia (habla incoherencias, apenas conoce a familiares y ademas tiene una hemiplèjia).

Es un ejemplo duro pero lo eventos vasculares de repente “dan la cara” ocasionando graves problemas de salud, pero se han ido fraguando durante largo tiempo atrás.

Si nos referimos a demencias de origen vascular, se distinguen por presentar un curso variable (a veces mejoran y otras empeoran) y escalonado (ocasionalmente sufren descensos repentinos y no se recuperan).

Las demencias vasculares pueden tener un predominio cortical, subcortical o ser mixtas en su localización; lo que se traducirá en un predominio de síntomas del trastorno del lenguaje y visuoespaciales en las corticales. Sin embargo también pueden existir infartos únicos en zonas estratégicas que desde el inicio dan trastornos de la memoria y demencia. Las demencias subcorticales suelen manifestarse por alteraciones en la organización de la información y dificultad para recuperar la de forma espontánea.

La demencia vascular presenta reasgos similares a las otras demencias y también diferencias, éstas se deben a que en la demencia vascular, las lesiones son desiguales y siguen un curso irregular; mientras que algunas áreas afectadas vascularmente serán la causa de determinadas alteraciones, otras áreas intactas permitirán la preservación de otras funciones. Un ejemplo frecuente es que una persona con demencia vascular tenga problemas de incontinencia en fases tempranas de la enfermedad mientras que una persona con demencia tipo Alzheimer no.

Ahora bien, la demencia vascular puede coexistir con otros tipos de demencia, y entonces se habla de demencia mixta. De echo si somos más rigurosos a nivel científico se dice que todas las demencias tienen algún componente vascular. Así que se habla de este u otro tipo de demencia con componente vascular, esto es quiere decir que el curso de la enfermedad será más fluctuante.

Por lo tanto los factores de riesgo son los propios de las enfermedades cardiovasculares: hipertensión, obesidad, hábitos tóxicos (fumar), diabetes, colesterolemia alta, historia familiar de problemas cardíacos, alteración arterial y anormalidades del ritmo cardíaca.